Riot Games, el estudio creador de League of Legends, anunció que va a pagar 100 millones de dólares para resolver una demanda colectiva por discriminación de género dentro de la empresa.

La demanda fue presentada en 2018 por dos ex-empleadas: Melanie McCracken y Jes Negrón, después de una investigación del portal Kotaku que daba cuenta de la cultura machista y la toxicidad del espacio de trabajo para las trabajadoras del estudio en todos los niveles.

Un año después Riot Games había llegado a un acuerdo para pagar 10 millones de dólares a las miles de afectadas por las prácticas del estudio, pero el Departamento de Empleo y Vivienda y la División de Ejecución de Prácticas Laborales intervinieron para oponerse al acuerdo. Las agencias recomendaron que Riot Games pagase 400 millones de dólares a las víctimas.

El 80% del acuerdo (80 millones de dólares) se repartirá entre las empleadas actuales y cualquier mujer que haya trabajado en la empresa a partir de noviembre de 2014, que se calcula son por lo menos 2365 personas, incluyendo las trabajadoras contratadas.

El resto del monto se destinará a los honorarios de los abogados y “expensas varias”, según anunció Riot Games.

“Estoy muy contenta de haber logrado este primer paso hacia la justicia para las mujeres de Riot Games”, expresó Negrón después del anuncio. 

“Espero que este caso sirva de ejemplo para otros estudios y de inspiración para las mujeres de la industria en general. Las mujeres en los videojuegos no tienen que sufrir la inequidad y el acoso en silencio: el cambio es posible ".

Además del pago, Riot Games deberá adoptar cambios sistemáticos dentro de la estructura de la empresa, que incluyen un “análisis de equidad de género” de los pagos, ascensos y asignaciones de los últimos tres años a cargo de un grupo externo.

Riot también va a crear un fondo de 18 millones de dólares (seis millones por cada uno de los años analizados) para financiar iniciativas de diversidad y ajustar los pagos de manera equitativa.

En un comunicado la compañía dijo:

“Si bien estamos orgullosos de lo lejos que hemos llegado desde 2018, también debemos asumir la responsabilidad del pasado. Esperamos que este acuerdo reconozca adecuadamente a aquellos que tuvieron experiencias negativas en Riot y demuestre nuestro deseo de predicar con el ejemplo para llevar más responsabilidad e igualdad a la industria de los juegos”.

De todas maneras Riot Games no está completamente libre porque este año Sharon O’Donnell, una ex asistente ejecutiva, demandó a la empresa por discriminación de género y despido injustificado, un caso que sigue en desarrollo.

O’Donnell alega que el CEO de la compañía, Nicolo Laurent, la despidió después de denunciarlo ante recursos humanos. Según su declaración, Laurent la invitó a viajar con él y trabajar desde su casa mencionando que su esposa no iba a estar allí, y le preguntó si “iba a poder manejarlo cuando estuvieran a solas”.

Laurent negó las acusaciones y dos meses después, tras una investigación, un comité concluyó que no había evidencia que justifique una sanción.