Argentina decidió no respaldar la declaración final de líderes adoptada en la Cumbre del G20 que se llevó a cabo en Johannesburgo, según informó su Cancillería. El motivo principal alegado fue un “quiebre de las reglas del consenso” que, sostiene el gobierno, habría sido vulnerado en el proceso de aprobación del texto.
El canciller Pablo Quirno, que representó al país en la cumbre, explicó que se habían identificado “líneas rojas” que no fueron respetadas. Asimismo, remarcó que estas diferencias no fueron meramente formales, sino que apuntan a visiones “sustantivas” sobre geopolítica.
Uno de los puntos más criticados por la Argentina fue la sección referida al conflicto en Medio Oriente. Según Quirno, la redacción del documento “omitiría el contexto regional” y no abordaría las causas estructurales del conflicto, algo que, según el gobierno argentino, es esencial para un proceso de paz “genuino, sostenible y equilibrado”.
Además, en su comunicado, la Cancillería señaló que la declaración se dio por aprobada “sin el consenso de todos los miembros”, lo que implica para Argentina una vulneración del principio fundacional del G20.
A pesar del rechazo al documento final, Quirno afirmó que Argentina mantiene su “pleno compromiso con el espíritu de cooperación” del G20. También indicó que la vía del diálogo y el respeto al consenso sigue siendo su apuesta para trabajar dentro del foro.