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“Reformas y reglas claras”: los reclamos de los empresarios en el 61° Coloquio IDEA

Desde Mar del Plata, el empresariado volvió a mostrarse alineado con el rumbo del Gobierno, pero con advertencias por la falta de previsibilidad en plena campaña electoral.

“Reformas y reglas claras”: los reclamos de los empresarios en el 61° Coloquio IDEA

"Para competir en este mundo, tenemos que saber en qué cancha estamos jugando, tener claridad y previsibilidad sobre las reglas del partido para poder ser más productivos", fue la frase con la que Mariano Bosch, presidente de Adecoagro y del evento, abrió el encuentro en el Hotel Sheraton de Mar del Plata y marcó el tono del debat: respaldo a las reformas, pero exigencia de estabilidad. El lema de esta edición, “Juega Argentina”, funcionó como metáfora de un país que, según la mirada empresaria, necesita reglas claras para poder producir, invertir y competir. Sin embargo, esa búsqueda de “claridad” se dio en un contexto marcado por la incertidumbre electoral y el intento del oficialismo de retomar la iniciativa política.

El primero en profundizar sobre esto fue Esteban Domecq, Presidente de Invecq Consultora Económica y docente de UCEMA, quien señaló que el país tiene “un ciclo de inestabilidad macroeconómica, con déficits constantes y ciclos recesivos que afectan su competitividad" y pidió “impulsar una agenda que combine política macro eficiente con mejoras en infraestructura, educación y burocracia abre la puerta a un crecimiento sostenido y a una mayor participación internacional".

Esto fue continuado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, uno de los más esperados de la jornada, que asistió en reemplazo del presidente Javier Milei y generó expectativas por los posibles anuncios de reformas, aunque también cierto temor entre los presentes de que les dijera lo que querían escuchar. Durante su discurso, anunció que el Gobierno enviará al Congreso un paquete de reformas económicas y laborales para que “la micro acompañe a la macro” y afirmó: “Necesitamos reformar el mundo del trabajo para que el dinamismo económico esté acompañado por el dinamismo laboral”. Además, destacó el apoyo financiero del Tesoro estadounidense, al que calificó como “un hecho sin precedentes para nuestro país y pocas veces visto en la historia de la humanidad”.

Sobre las reformas, aseguró que se deben “otorgar mayores libertades a la hora de pactar contratos laborales, ofreciendo, entre otras cosas, la posibilidad de fijar el contrato en la moneda en que ambas partes decidan, sin topes como los que existen en la actualidad” y agregó que “si alguien quiere cobrar, por ejemplo, el 100% de su salario en dólares, va a poder hacerlo”. “Necesitamos que las empresas, desde las más chicas hasta las más grandes, puedan y quieran contratar gente. Para eso tenemos que cambiar el marco vetusto vigente, que pone trabas innecesarias a quien desea emprender. La actual reglamentación laboral es un lastre", explicó.

Y, teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones del próximo 26 de octubre, dejó en claro que confían en que a partir del 10 de diciembre habrá “un Congreso más reformista" porque “debemos avanzar para tener una economía más competitiva”.

En el segundo día del coloquio, la expectativa y la necesidad de no escuchar algo que resulte “agradable” se trasladó al ministro de Economía, Luis Caputo, debido a que, en un contexto de tensión cambiaria y grandes movimientos tras el swap que la gestión libertaria en Argentina está trabajando con sus pares de Estados Unidos, le reclaman a la dirigencia “reformas tributarias, laborales y judiciales” y que se establezcan “reglas claras” para competir.

En ese sentido, el ex funcionario macrista negó una nueva devaluación y afirmó que “a esta altura encuentro casi arcaico a la gente que cree que la única forma en que Argentina puede ser competitiva es teniendo una moneda débil” y que estamos “en un nuevo modelo en el que hemos logrado estabilizar la macroeconomía, logrando el tan ansiado equilibrio fiscal, que Argentina no lograba desde hacía casi un centenar de años y además hay equilibrio monetario”. También resaltó la baja de la inflación y, de forma llamativa, dejó en claro que el Gobierno está viendo “una recuperación de los salarios reales”.

Y, a lo comunicado por Adorni, le sumó que se encarará una “reforma tibutaria que va a implicar la eliminación de muchos impuestos, la baja de otros, la simplificación del régimen tributario” e “incentivos para desarrollar el ahorro interno”.

El coloquio también fue escenario de reclamos federales. En este marco, durante el mediodía, se presentaron los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora, y de Chubut, Ignacio Torres, quienes coincidieron con el pedido de reformas, pero solicitaron que se respete el diálogo con las provincias. “Es un momento fundamental para debatir una reforma fiscal”, señaló Torres, que le pegó al Gobierno por no enviar los fondos que recauda y que tienen asignación específica, y remarcó que “no veo una actitud del gobierno clara y honesta en este tema”. Por su parte, Llaryora manifestó que “tiene que haber un marco general de país y sobre ese marco hacer las reformas” y profundizó sobre que “las provincias productivas necesitamos las reformas”.
 

Con la llegada del último día y la espera por escuchar a Sturzenegger decir algo “distinto”, el primero en dar la palabra fue Juan Carlos Maqueda, ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, que profundizó acerca de la posibilidad de que se realice una reforma judicial: “La crisis de la justicia en Argentina pasa por vacantes, lentitud y cambios en la jurisprudencia".

Luego, el Sheraton de Mar del Plata recibió a los gobernadores de Mendoza, Entre Ríos y Chaco, que se encargaron de solicitar el reflote del Pacto de Mayo, firmado por 18 gobernadores el pasado 9 de julio 2024, para “recuperar” el vínculo político y, al igual que Torres y Llaryora, reclamaron una reforma tributaria y laboral. De esta manera, Alfredo Cornejo manifestó que “Argentina tiene un esquema impositivo que no promueve el empleo, sino que lo desincentiva, no promueve la inversión, ni tampoco las exportaciones” y que “solo con el equilibrio fiscal no alcanza, sino hay que ir con una reforma integral”. Además, aprovechó para sostener que “una reforma fiscal debe estará atada a una reforma de la coparticipación” ya que “hay correlación directa entre mayor ingresos brutos y menor porcentaje de distribución de coparticipación”.

Por su parte, Rogelio Frigerio afirmó que “ya hay un cambio de paradigma porque hay muchas provincias que ya iniciaron el proceso de baja de impuestos”, llamó a lograr un nuevo “pacto social” para realizar medidas que “la gente ya las considera necesarias”. Zdero también hizo lo propio al declarar que “viene una etapa importante, que tiene que ser de mucho diálogo para encontrar consensos, para que todo el país encuentre el camino del desarrollo”.

Tras un breve parate, en horas del mediodía, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, subió al escenario con un tono casi confrontativo, recordó que en el coloquio del año pasado le entregó a cada uno 210 regulaciones que podían ser eliminadas y que, a día de hoy, alrededor de 94 ya fueron “resueltas”. Esto lo vinculó a todo el nuevo régimen indemnizatorio que las empresas pueden negociar con sus empleados: “Hace 10 años que vengo a IDEA a hablar del tema del laboral. El gobierno les da a ustedes la libertad para rediseñar el contrato laboral y no hacen nada".

Además, admitió que dar trabajo significa una alta carga impositiva a raíz de una serie de costos embebidos en los convenios colectivos y añadió que “se discute más la baja de las retenciones que la de los impuestos al trabajo”.

En otro lapso de su discurso, dejó a un lado los reproches para dar paso a la arenga: “Nunca ha habido un Gobierno que haya creído tanto en ustedes, que esté tan convencido de que la riqueza la van a generar ustedes”. Y cerro con un mensaje para los empresarios: “Si queremos un país distinto, tenemos que animarnos a dejar atrás los miedos”.

Entre los últimos expositores, apareció Julio Cordero, secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, quien puso sobre la mesa el tema de la tan mencionada reforma laboral y coincidió con Sturzenegger con la idea “modernizar de raíz” las relaciones laborales. Por eso apoyó la implementación de “incrementos salariales dinámicos”, que varían según la actividad, porque pretende “elementos que permitan diferenciar la eficacia de cada trabajador. Hay que beneficiar a quien pone más entusiasmo, sin perder la solidaridad del sistema”.

De esta manera, “pensó” que una parte del salario tenga un componente “socializado”, que significaría una base general, y otro más “flexible”, que se vincula al rendimiento y lo ejemplificó con los trabajadores autónomos: “Eso ya ocurre fuera de convenio; nosotros queremos incluirlo en la negociación colectiva, con los sindicatos, de manera transparente y moderna”. Y, para terminar su participación en el coloquio, el funcionario libertario inició una “reflexión de vida” que tenía como punto final alagar al presidente Javier Milei.

Y, para darle el cierre final al este Coloquio IDEA 61°, Santiago Mignone, presidente de IDEA, leyó un contundente mensaje hacia el Gobierno nacional que, en parte, resume lo que los empresarios dialogan en los pasillos. En su lectura, reclamó por “responsabilidad” para que la economía “no tiemble cada dos años”, y que las medidas den “más que respuestas inmediatas” sino que apuntan a “una mirada de largo plazo”.