Robert Francis Prevost, cardenal de EEUU, fue electo como nuevo Papa: se llamará León XIV
El obispo de EEUU era uno de los principales candidatos a suceder a Francisco en el Vaticano. Con profundas raíces latinoamericanas, saludó a Perú en castellano.
El cardenal estadounidense, Robert Francis Prevost, fue electo como el nuevo papa y se hará llamarse León XIV. Se trata de un cardenal cercano a Francisco y uno de los principales a sucederlo tras su fallecimiento el pasado 21 de abril. Además, aprovechó para realizar un saludo especial a Perú en castellano.
"Saludo a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo iglesia fiel de jesucristo", dijo León XIV, quien nació en Chicago el 14 de septiembre de 1955 y generó un estallido entre los miles de fieles de la iglesia católica presentes en la Plaza San Pedro del Vaticano.
El papa León XIV hizo un “llamado a la paz” a “todos los pueblos” en sus primeras palabras y pidió a los fieles que fueran “seguidores de Cristo”. “El mal no prevalecerá”, subrayó.
Prevost, cardenal estadounidense, es reconocido como el más latinoamericano de todos los cardenales, ya que incluso tiene doble nacionalidad. Por ello, fue elegido por el fallecido papa Francisco a principios de 2023 para dirigir el Dicasterio para los Obispos, el poderoso departamento del Vaticano que supervisa los nombramientos episcopales en la mitad del mundo católico. Ese mismo año, fue nombrado cardenal obispo, uno de los rangos más altos del Colegio Cardenalicio.
Como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, un órgano de la Curia Romana que se encarga de asistir y examinar los asuntos relacionados con la Iglesia Católica en América Latina, tenía un perfil muy bajo. Poco habló sobre temas como la migración y era relativamente desconocido fuera de Perú.
El papa León XIV agradeció a Francisco en su discurso
"¡Gracias al Papa Francisco! Quisiera agradecer a todos los que me eligieron para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, trabajando como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio y ser misioneros", aseguró el cardenal Robert Prevost de 69 años, quien será el nuevo Sumo Pontífice tras dos días de Cónclave y cinco votaciones.
Luego de una hora de que se diera a conocer la fumata blanca, el estadounidense -que eligió el nombre de León XIV- se mostró feliz en el balcón donde dio su primer discurso como líder de los católicos en el mundo y en medio de vitoreos de todos los fieles que se encontraban en la Plaza del Vaticano.
Discurso completo
La paz sea con todos ustedes.
Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado, el Buen Pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios.
También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, que alcance a sus familias, a todas las personas, donde sea que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra.
La paz esté con ustedes.
Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada, desarmante y también perseverante, que proviene de Dios, que nos ama a todos incondicionalmente. Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco que bendecía a Roma.
El Papa que bendecía a Roma también daba al mundo entero esa mañana del día de Pascua. Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: que Dios los quiere mucho, Dios ama a todos y el mal no prevalecerá. Estamos todos en las manos de Dios. Por lo tanto, sin miedo, unidos, mano a mano con Dios y entre nosotros, andemos adelante. Seamos discípulos de Cristo. Cristo nos precede. El mundo necesita de su luz; la humanidad necesita de Él como el puente para ser alcanzada por el amor de Dios. Ayudémonos los unos a los otros a construir puentes con el diálogo, el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo, siempre en paz.
Gracias al Papa Francisco. Quisiera agradecer a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, trabajando como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio y ser misioneros.
Soy un hijo de San Agustín, agustino, que ha dicho: "Con ustedes soy cristiano y para ustedes, obispo". En este sentido, podemos caminar todos juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado.
A la Iglesia de Roma, un saludo especial. Tenemos que buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre dispuesta y abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos a todos. A todos los que tienen necesidad de nuestra caridad, de nuestra presencia, de diálogo y amor.
Y si me permiten, también una palabra, un saludo, de modo particular para todos aquellos de mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto, para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo.
A todos ustedes, hermanos y hermanas, de Roma, de Italia y de todo el mundo. Queremos una Iglesia sinodal, que camine, que busque siempre la paz, que busque siempre la caridad, estar cerca de quienes sufren.
Hoy, en el día de la Virgen de Pompeya, nuestra Madre María quiere caminar siempre con nosotros, estar cerca de nosotros, ayudarnos con su intercesión y su amor. Ahora quisiera rezar junto a ustedes por esta nueva misión, por toda la Iglesia, por la paz del mundo. Pidamos esta gracia especial de María, nuestra Madre.