Durante la decimoquinta audiencia del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, el director de la Clínica Olivos, Federico Dimitroff, declaró ante el tribunal y sostuvo que su recomendación fue que el paciente fuera derivado a un centro de rehabilitación y no a su domicilio particular. "Que se fuera a la casa no era una opción válida", expresó.
También detalló que "lo mejor era que el paciente fuera derivado de Clínica Olivos a este lugar a donde se iban a encargar de su rehabilitación motriz y de todo lo que tenía que ver con sacarlo de su consumo regular de tóxicos y ocuparse de sus síndromes de asistencia".
El médico señaló que la propuesta de traslado a un espacio especializado en rehabilitación era “la única carta adecuada”, al considerar que la internación domiciliaria no respondía a las necesidades médicas del paciente. "Para nosotros que el paciente se fuera a la casa no era una opción válida ni adecuada en ningún momento. Que el paciente estuviera sin control en un domicilio para mí era gran parte del problema", indicó.
También declaró que Leopoldo Luque y Agustina Cosachov solicitaban asistencia para tranquilizar al ex futbolista: "Nos pedían que hiciéramos algo para que el paciente estuviera tranquilo y se limitaban a decir ‘por favor, sédenlo, hagan algo para que no esté así’. Había que sedarlo, pero una cosa es sedarlo como parte de una etapa que tiene un seguimiento y otra es sedarlo y que después no haya nada".
Es importante recordar que tanto Luque como Cosachov están imputados por el delito de homicidio simple con dolo eventual junto a Carlos Díaz, Ricardo Omar Almirón, Mariano Perroni, Pedro Pablo Di Spagna y Nancy Edith Forlini.