Por Erika Cabrera y Alejandro Segade.

En un extenso debate con 17 candidatos, una vez más, reinó la arrogancia por sobre las propuestas: así se podrían resumir el encuentro de tres horas en Esparza 39. Terminado el debate, la noticia fue el asesor presidencial Santiago Caputo por intimidar a un reportero gráfico que solo hizo su trabajo: tomarle una foto. Las chicanas fueron las que generaron mayor repercusión en redes sociales para los cabezas de listas que más que un lugar en la legislatura, buscan un trampolín hacia la jefatura de Gobierno, como lo manifestó a viva voz Horacio Rodríguez Larreta. 

El segmento de chicanas lo inauguró Luca Bonfante del Frente de Izquierda que fue en reemplazo de Vanina Biasi, quien no pudo asistir por un cuadro de neumonía. "Me alegra que haya venido el candidato Manuel Adorni porque hoy es 29, su día, el día del ñoqui", apuntó el dirigente juvenil y detrás de escena se escucharon risas. Manuel Adorni le agradeció: "Que un zurdo me llame ñoqui es un mimo al alma". Detrás de él, llegaron infinidades de provocaciones. 

Leandro Santoro hizo un esfuerzo gigante por despegarse de la figura de Alberto Fernández, que una y otra vez aparecía en escena con el vacunatorio VIP, la fiesta en Olivos y las guitarreadas; mientras que Manuel Adorni se limitó a defender la gestión nacional, le tiró algunas flores al PRO por la Ciudad que transformaron y eligió ir por la negativa: no "regalarle" CABA al kirchnerismo. Silvia Lospennato ofreció su "experiencia", aseguró que el partido amarillo continuará acompañando el rumbo económico de la Argentina y también eligió al kirchnerismo como su rival; Ramiro Marra imploró por un acuerdo con el liberalismo -del que catapultó no haberse ido por motus propio- y polarizó con el kirchnerismo y los "zurdos". Rodríguez Larreta defendió la Ciudad que dejó, agradeció al partido amarillo por hacer campaña con sus obras y se diferenció de la gestión de Jorge Macri. 

"La Ciudad está mejor que hace 17 años, cuando el PRO asumió el gobierno. Pero tampoco se puede dudar que la gestión se estancó", arrancó su presentación Adorni. Aunque aprovechó para hacer una de cal y otra de arena. Apelando al espíritu libertario, los acusó de "aumentaron el tamaño del Estado", así como los impuestos y derrocharlos: "El Canal de la Ciudad gasta $4.500 millones por año". "Si seguimos en esta dirección, más tarde o más temprano, el kirchnerismo va a ganar las elecciones", enfantizó el vocero presidencial, que eligió dialogar con un tono bajo, sin sobresaltos y alguna que otra risa de costado.

Con ganas de volver a las filas libertarias, Marra casi le imploró un acuerdo con Adorni: "Te respeto por tu lucha contra el kirchnerismo y los zurdos. Te invito a que nos unamos para que no tengan la posibilidad de gobernar la Ciudad de Buenos Aires”. A la salida del estudio, Filo.news le preguntó si buscaba un acuerdo y, una vez más, afirmó que él no se fue de La Libertad Avanza y que continúa defendiendo las mismas ideas. 

Más allá del guiño al portavoz, Marra tuvo un altercado al ingreso del debate con el hombre de Milei: Santiago Caputo. El asesor presidencial se ocupó de no pasar desapercibido: ni bien entró al edificio de Esparza 39 pidió que no le sacaran fotos, se negó a dialogar con la prensa y como, mientras se acreditaba, el reportero gráfico de Tiempo Argentino, Antonio Becerra, hozó sacar una captura; él eligió el amedrentamiento, sacó su celular y tomó una imagen de los datos del trabajador. Menor fue el desplante que le hizo a Marra, aunque también resonó luego de que una y otra vez el legislador dijera a viva voz que quería volver al partido. Tras el altercado con el fotógrafo, "El Monje" se acercó a dialogar con el diputado Oscar Zago y dejó solo a Marra. Antes de darle la espalda, se escuchó decir "maleducado no soy". 

Al ingreso, Lospennato pasó sin dialogar con la prensa y su jefa de campaña, María Eugenia Vidal, se ocupó de atajar los penales: "¿Por qué no figura en el padrón electoral de la Ciudad?", la increparon. Eligió responder con una sonrisa que la candidata a legisladora siempre trabajó y estudió en territorio porteño. 

Si bien el PRO iba a polarizar directamente con el kirchnerismo, Larreta se la puso difícil. "Quiero agradecer al gobierno que está haciendo campaña con mis obras", "500 días, cero obras", "la Ciudad está sucia" y "esto parece el conurbano", fueron algunas de las frases que eligió el ex jefe de gobierno para impactar contra la gestión de Jorge Macri. Sin embargo, María Eva Koutsovitis le atribuyó parte de esta responsabilidad: "Nos trajiste de Vicente López a Jorge Macri para que termine llevando adelante tu lógica saqueadora".

Después de que Larreta expusiera su rivalidad con Jorge Macri y el PRO, a la salida de los estudios del canal de la Ciudad quedó cara a cara con Lospennato, pero decidieron ignorarse tras casi 20 años trabajando juntos. María Eugenia Vidal y Guadalupe Tagliaferri, ambas tras bambalinas y sentadas entre el público, se cruzaron por redes sociales después de que el ex jefe de gobierno asegurara que la Ciudad no tiene obras luego de 500 días de gestión. "'Yo hice', 'Yo construí', 'Yo cambié'. No, Horacio. No fuiste vos solo. Fue el equipo del PRO. El mismo del que te fuiste", apuntó Vidal y la senadora salió al cruce: "Decime, Mariu: ¿qué hizo, qué construyó y qué cambió Jorge Macri en estos 505 días? Ni una sola obra pública importante. Se fue la UCR, la CC, el socialismo, Confianza Pública. ¿No será Jorge el que se quedó solo?". 

Las miradas se las llevó Ricardo Caruso Lombardi que le tió un palito a Fernando Gago: "En política tenés que tener resultados, sino preguntale a Gago que por un partido se tuvo que ir. El fútbol es como la política, si no tenés resultados, te tenés que ir", apuntó el ex director técnico.

Caruso estuvo efusivo, golpéo el atril en algúna que otra intervención y dejó asombrado a más de un candidato. Al ser consultado por Lospennato por Ficha Limpia aseguró: "Los corruptos no pueden aparecer en ningún lado. El que no quiere Ficha Limpia que se vaya a la casa”.

Asimismo, respondió sobre la publicidad de las apuestas: “Hicieron un desastre. Es un asco cómo se dejan hacer goles, lo que cobran los árbitros. Es la ruina. Los pibes están todos metidos jugando a eso y encima les hacen propaganda. Hasta la Selección argentina tiene publicidad. ¿Qué podemos esperar del fútbol argentino que está todo el día inculcándoles que tienen que jugar?”.