El fútbol tiene cosas que muy pocas veces se pueden explicar. El amor entre los hinchas y el club superan cualquier otra relación, incluso la de cualquier nombre que se les ocurra, y en Paris, los fanáticos del PSG sintieron que Neymar les faltó el respeto por todo lo que lo apoyaron y le hicieron la cruz... o al menos hasta hace unas horas.

Luego de volver a la actividad con la camiseta de Brasil por primera vez desde la lesión sufrida en la previa de la Copa América, el ex Santos volvió a ser considerado por Tuchel que sabe que necesita de él para pelear por todo, y espero a que se cierre la negociación con Barcelona, que no se terminó dando, incluso cuando el jugador quería irse.

Este sábado en el Parque de los Príncipes se dio el regreso y el clima fue el esperado. En el repaso del plantel y el equipo titular, apareció el N°10 en pantalla y la multitud se unió en silbidos, insultos y gestos en contra de Ney, y luego siguió todo como si nada.

Dentro del campo de juego, el deseo de ganar era mayor a todo el clima y PSG no tuvo un buen partido, e incluso se dirigía a un empate 0 a 0 que a Racing de Estrasburgo le caía como anillo al dedo. Sin embargo, el destino del fútbol tenía preparado algo en el minuto 92 de partido.

En uno de los últimos ataques, Gueye desbordó por izquierda y tiró el centro hacia atrás, que agarró a Neymar pasado. Sin embargo, el crack brasilero se las rebuscó y con una chilena ensayada puso la pelota junto a un palo para abrir el marcador. En ese momento, el estadio explotó y el delantero festejó con calma su gol, mientras era abrazado por Mauro Icardi, reciente incorporación.

Mucho no le quedó hacer a la gente del PSG que festejó enardecido el triunfo que le da la punta de la Ligue 1 y aplaudieron maniobra, aunque la relación todavía está caldeada, en especial con los Ultras que pusieron una bandera tratándolo de "pesetero y traidor". Por lo menos, el camino del gol parece conducir a una posible reconciliación, aunque los días en Paris parecen estar contados para Ney.