Santa Fe exige la eliminación definitiva de retenciones
Desde la cartera productiva santafesina, se ha señalado que las retenciones no sólo restan competitividad, sino que también limitan la posibilidad de reinversión.
El Gobierno de Santa Fe volvió a sentar posición frente a las retenciones de Nación: “El esquema vigente es un obstáculo para el crecimiento y la competitividad del sistema productivo”, se indicó desde la cartera de Desarrollo Productivo, encabezada por Gustavo Puccini.
El mencionado insistió en la necesidad de avanzar hacia un esquema fiscal que permita a las industrias y productores agropecuarios reinvertir en tecnología e innovación, fortaleciendo su posición en los mercados globales.
La reciente eliminación de retenciones para productos industriales representa un avance, pero Santa Fe sostiene que el próximo paso debe ser la eliminación total de los derechos de exportación al agro, siguiendo el camino de ciertas economías regionales que han sido beneficiadas, como la lechería y algunos cortes de carne.
Además, se requiere una baja de aranceles a los insumos importados para la producción de maquinaria, la eliminación del impuesto al combustible y la corrección de los saldos técnicos de IVA, medidas que impactarían de manera directa en la competitividad del sector productivo.
El gobernador Maximiliano Pullaro fue contundente: “Desde Santa Fe decimos que el esquema de retenciones ya no se soporta más y nuestras industrias precisan de un acompañamiento que no debe ser paternalista, sino estratégico”.
En la misma línea, Puccini reafirmó el compromiso de la provincia con el desarrollo industrial y agropecuario: “Si queremos empresas más competitivas, este es el camino. Lo venimos planteando permanentemente y lo volvimos a hacer en las reuniones con el gobierno nacional. Este es un paso más en el posicionamiento de nuestra industria en el mundo”.
Desde la cartera productiva santafesina, se ha señalado que las retenciones no sólo restan competitividad, sino que también limitan la posibilidad de reinversión en tecnología, infraestructura y expansión productiva.
El impacto de estas medidas no sólo beneficiaría al sector agropecuario, sino también a la industria, que necesita insumos más accesibles para mejorar su capacidad productiva. La baja de aranceles a los productos importados para la fabricación de maquinaria, actualmente entre el 10,8 % y el 18 %, permitiría que las empresas locales reduzcan costos y puedan competir en igualdad de condiciones con mercados internacionales.