A través de un comunicado en las redes sociales, la Cancillería de Brasil expresó su “gran preocupación” por las “denuncias de violaciones a los derechos humanos de los opositores al gobierno de Venezuela”, un día después de que Nicolás Maduro jure como presidente por tercera vez. 

Sin embargo, categorizaron como “gestos de distensión” la liberación de 1500 detenidos en los últimos meses, además de la reapertura de la Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Caracas.

“El gobierno deplora los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución de opositores políticos”, expresa el comunicado mientras que señala que Brasil cree que la plena validez de un régimen democrático se cumple cuando a los líderes de la oposición “se les garanticen los derechos básicos de ir y venir y manifestarse pacíficamente con libertad y con garantías para su integridad física.”

Finalmente, desde la Cancillería instaron “las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar el entendimiento mutuo, basado en el pleno respeto a los derechos humanos, con miras a resolver controversias internas.”