"Pobres Criaturas": el extraordinario cuento gótico que Yorgos Lanthimos soñó para Emma Stone, antes de "La Favorita"
El director griego llegó a conocer al autor del libro en el que inspiró su película, candidata a los Oscar, y con la que reinventó varios clásicos para componer su propia fábula: una sátira erótica y estridente que plantea donde si la criatura de Frankenstein hubiera sido mujer, ¿cuán monstruosa o alucinante sería su historia?
Yorgos Lanthimos quería hacer “algo que no hubiera visto antes”. Claro que su inspiración surgiría de varios frentes que terminarían de componer su propia bestia híbrida del cine: "Pobres criaturas" (o "Poor Things", en su título original), una película que respeta tanto el formato clásico de los cuentos de tradición oral tomados por los Hermanos Grimm, Charles Perrault y hasta Lewis Carroll con su "Alicia en el país de las maravillas"; pero que juega con técnicas y una potencia narrativa y visual que convierte la experiencia de ver su película como estridente y original, que hasta disfruta en incomodar a más de uno.
El resultado de su experimentación fue una sátira gótica, onírica, erótica, que hasta sigue la infalible fórmula narrativa del camino del héroe, para componer una epopeya feminista en la piel de la fantástica Emma Stone, en su segundo protagónico con el director, luego de "La Favorita" (2018).
Sin embargo, la idea de hacer esta película es incluso anterior que aquella nominada al Oscar en 2019. "Nos conocemos desde hace unos ocho años y empezamos a hablar de esta película hacia en 2017, más o menos cuando estábamos rodando 'La favorita'", reconoció la ganadora del Premio de la Academia por "La La Land" en una entrevista para Vogue.
Entre ambas películas, a principios de 2020, Emma y Yorgos grabaron un cortometraje en Grecia (el país del que es oriundo el cineasta): "Bleat". Y ya con dos proyectos en su filmografía decidieron desarchivar el sueño de "Pobres Criaturas", que en pandemia comenzaron a definir, con castins y distribuidoras. La actriz además, asumió como productora, de modo que también estuvo presente en el aspecto creativo.
"Pobres criaturas" está basada en la novela del mismo nombre escrita en 1992 por el autor escocés Alistair Gray, a quien Lanthimos llegó a conocer e incluso le elogió una de sus películas.
"Leí el libro hace muchos años y me reuní en Escocia con el autor, Alistair Gray, para convencerle de que me cediera los derechos. Y así fue. Era un hombre encantador. Por desgracia, murió un par de años antes de que hiciéramos la película (en 2019), pero era muy especial, muy vitalista. Cuando nos conocimos tenía ochenta y tantos años, y en cuanto llegué, me dijo que había visto 'Canino': 'Le he pedido a un amigo me ponga el DVD, porque no sé cómo funcionan estas cosas. Y creo que tienes mucho talento, jovencito". Por entonces yo sí que era joven. Me llevó de paseo por Glasgow, mostrándome varios lugares que había metido en la novela, y la universidad en la que daba clases, y tardé un rato en seguir su conversación, porque parecía pletórico", recordó el director en la misma entrevista.
Demoró algunos años en lograr esta adaptación ganadora del León de Oro en la 80° edición del Festival de Venecia 2023, estrenada en el 38° Festival de Cine de Mar del Plata y multinominada a los Oscar 2024 (que se celebrarán el próximo 10 de marzo). En 2015, con "Langosta" ("The Lobster"), adquirió la confianza y la seguridad de poder realizar su primera película en inglés, lo que le abriría las puertas a un cine más mainstream que lo recibiría como uno de los directores más interesantes y arriesgados de las últimas décadas. Así, y tras el éxito de "La Favorita", "tenía más margen para hacer lo que quisiera", reconoce.
La Bestia era Bella
Con "Pobres criaturas", las mentes de la actriz y del director se desataron para crear el anti cuento clásico, nutriéndose de sus mejores virtudes (personajes clásicos, vestuarios de reyes y reinas, una estructura de principio-conflicto-desenlace, y tal vez hasta con una moraleja triunfante), y partieron de uno de los mejores de su tiempo: Frankenstein (1818), de Mary Shelley.
En la película, el excéntrico cirujano Godwin Baxter (interpretado por Willem Dafoe) le presenta a su estudiante Max McCandless (Ramy Youssef) a Bella Baxter (Stone), a quien dio vida y que cual Rapunzel (versión espeluznante) en su castillo mantiene alejada de los peligros del mundo.
El nombre de la protagonista también es un juego de referencias que permite adquirir la ingenuidad del clásicoLa Bella y la Bestia, hasta incluso -y tal vez allegadas y allegados a mi generación se sentirán identificados- con la cuarta chica superpoderosa, que bien era un experimento que contrastaba con sus hermanitas.
Cuando una tarde Bella descubre que más allá de su palacio existen placeres físicos que desconoce, la llegada de un extraño abogado Duncan Wedderburn (interpretado por Mark Ruffalo), se vuelve la excusa perfecta para lanzarse a averiguar los misterios del sexo, de marcharse en un viaje de autodescubrimiento. Como le admite a Max: ella desconfía del extraño, y sabe que "le conviene" un hombre como él, pero priorizará adquirir toda la experiencia posible, conocer y vivenciar cada uno de los placeres humanos, y una vez así, regresar.
Como metáfora, la realidad de Bella adquiere colores. Se interrumpen los planos en blanco y negro (y hasta intervenciones en ojo de pez) para dejar una estridencia de paletas que jugarán un rol predominante en la propuesta visual. Entonces, la joven descubre tanto el sexo, el miedo que provoca ser una mujer sin mandatos ni limitaciones en una sociedad encorsetada, el lado fascinante de vivir, y las miserias de un sistema profundamente desigual en riquezas, etnias, y géneros.
Cuando en paralelo, el mundo hablaba de progreso y de uno de los mayores momentos de desarrollo tecnológico, que también generó debates sociales y filosóficos (como los que tomó Shilley para Frankenstein) y pobreza.
Lanthimos imaginó el mundo de Bella como una combinación de la época victoriana con una estética futurista y surrealista, que permite que el relato contenga el espíritu de un clásico: es decir, que se extienda a través de las generaciones. El cabello largo de Bella desafía la tradición de la época que estilaba los peinados recogidos y la rigidez de las normas.
Incluso su vestuario evoluciona. A cargo de la diseñadora, Holly Waddington ("The Great", "Lady Macbeth") y la diseñadora de peluquería, maquillaje y prótesis Nadia Stacey (con quien volvió a trabajar luego de "La Favorita" y de "Cruella"), la indumentaria acompaña el crecimiento de Bella como arco narrativo del personaje, y como mujer.
Waddington utilizó desde blusas de aspecto victoriano y trajes incompletos haciendo referencia a la niñez de Bella, vestuarios cortos y sencillos que acompañan la naturalidad que experimenta en Lisboa, hasta trajes formales durante su etapa como una mujer de clase alta. La única vez que Bella usa corsé en la película es cuando vuelve con Alfie Blessington y se pone un vestido de su vida anterior como Victoria Blessington.
El viaje de la protagonista (entre Lisboa, Alejandría y París) remite a su vez a las campañas inglesas de expansión y dominación de territorios (principalmente en África e India), con una gran diferencia: "Pobres criaturas" no logra que Bella sea a imagen y semejanza de Shilley, una mujer singular en el Londres Victoriano (incluso siendo su propia criatura, como el lado más bestial que explora "Relatos Salvajes"), que expande nuestra imaginación para que lo que conquistemos sean nuestros deseos.