Día del Ambiente: Cómo la influencia humana está afectando la salud del planeta
La contaminación por plásticos, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación del agua y del aire, la deforestación y la emisión de gases de efecto invernadero son solo algunas de los problemas a los que nos enfrentamos y que afectan a nuestro planeta. En esta nota, los detalles.
Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha designada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para recordar la importancia de proteger nuestro planeta y tomar medidas concretas para preservarlo. Cada año lo auspicia un país diferente, y en este 2023 el anfitrión y organizador es Costa de Marfil, un país ubicado en África occidental.
Los informes científicos nos advierten constantemente sobre el deterioro de los ecosistemas y los impactos del cambio climático. La deforestación, la contaminación del aire y del agua, la pérdida de biodiversidad y el agotamiento de los recursos naturales son solo algunos de los problemas que enfrentamos.
Para dar algunos ejemplos, cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso. De estos, menos del 10% se recicla. Y se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares; con los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invadiendo los alimentos, el agua e incluso el aire.
En cuanto a la pérdida de la biodiversidad, datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el organismo internacional con mayor potestad sobre el problema, estima que aproximadamente 5.200 especies de animales se encuentran en peligro de extinción en la actualidad. Específicamente, se encuentran en peligro de extinción el 11% de las aves, el 20% de los reptiles, el 34% de los peces y 25% de los anfibios y mamíferos. Aunque las razones son particulares para cada especie, en términos generales, las mayores amenazas incluyen la destrucción y fragmentación de sus hábitats; el cambio climático; la caza y tráfico ilegal; y la introducción de especies exóticas.
Si hablamos de la contaminación del agua, organizaciones conservacionistas sostienen que los ecosistemas de agua dulce se han convertido en los más degradados del mundo; el cambio climático está empeorando la escasez y el almacenamiento del agua en el suelo, al mismo tiempo que la nieve y el hielo están disminuyendo. En esta línea, el informe Combinación de enfoques de gestión del agua y adaptación al cambio climático publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente advierte que 6000 millones de personas sufrirán escasez de agua debido a la suba de la demanda por el crecimiento demográfico y el aumento de los niveles de contaminación.
La contaminación del aire, por su parte, se estima que 3,2 millones de personas mueren prematuramente por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire doméstico. Esto ocurre porque las partículas en suspensión y otros contaminantes del humo de interiores inflaman las vías respiratorias y los pulmones, dificultan la respuesta inmunitaria y reducen la capacidad de oxigenación de la sangre.
La deforestación, es decir, la tala y quema de árboles para usos como la agricultura, la ganadería, la urbanización o la explotación de recursos naturales; causó que desde 1990 se perdieran 420 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo. Esto genera la extinción de especies y a la alteración de los ecosistemas, una menor capacidad para regular el clima e inundaciones y sequías, entre otras cosas.
Finalmente, otra de las problemáticas importantes está relacionada con los gases de efecto invernadero, la principal causa del cambio climático. Desde 1980, la emisión de estos gases a través de las actividades industriales y, sobre todo, la quema de combustibles fósiles; se duplicaron al punto de provocar un aumento de la temperatura media mundial en al menos 0,7ºC. ¿Las consecuencias? Eventos climáticos más extremos (como sequías, inundaciones y tormentas más intensas), deshielo y aumento del nivel del mar, desertificación de zonas fértiles y muchas más.
Enfrentamos una realidad urgente y desafiante, donde la actividad humana amenaza nuestro el planeta Tierra. Para resolver esta crisis, es necesario que los gobiernos, el sector privado y demás partes interesadas amplifiquen e implementen medidas eficaces dirigidas. Por tal motivo, resulta primordial que el Día Mundial del Medio Ambiente movilice medidas ambientales transformadoras en todos los rincones del mundo.
Son necesarias políticas y regulaciones ambientales más estrictas, compromisos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de la reforestación y restauración de ecosistemas, la transición hacia energías renovables y prácticas sostenibles en todos los sectores. Además, es vital fortalecer la conciencia ambiental y educar a las generaciones presentes y futuras sobre la importancia de proteger nuestro planeta. Construir un futuro en el que la conservación del medio ambiente sea una prioridad es clave.