La sabiduría y el gran conocimiento que tiene Juan Román Riquelme del fútbol es algo invaluable. Una buena parte de ello, lo consiguió gracias a su formación y para devolver un poco de lo aprendido, el exfutbolista tuvo el mayor de los gestos con las selecciones juveniles nacionales.
Román fue el invitado estelar de Pablo Aimar y Diego Placente, entrenadores de la Selección Sub 17 y Sub 15, respectivamente, para brindar una charla con los jóvenes seleccionados de dichas categorías y aprender de una estrella como Riquelme los trabajos de formación en los juveniles.
El ídolo xeneize, junto a Aimar y Placente, fueron partícipes de uno de los momentos más importantes de los seleccionados nacionales al conseguir el Campeonato Mundial de Malasia en 1997. Ese equipo quedó en la historia, por eso no sorprende en nada la visita de Riquelme al predio de Ezeiza gracias a la invitación de los entrenadores.
La charla, seguramente, habrá tenido como puntos salientes las experiencias, el amor por el juego, pero principalmente, el valor de la enseñanza para chicos de entre 14 y 16 años. Palabras provenientes de un hombre valioso como Riquelme para estos futuros jugadores quedan para toda la vida.