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Un tribunal de Guatemala ordenó una condena de entre 33 y 58 años de cárcel a cuatro militares retirados por la desaparición forzada de Marco Antonio Molina Theissen y el secuestro y violación de su hermana, Emma Guadalupe, hace 37 años.
El juez Pablo Xitumul leyó la sentencia tras más de 12 horas de retraso e impuso 58 años de prisión al general Manuel Benedicto Lucas García, el máximo oficial de inteligencia Hugo Ramiro Zaldaña y a Manuel Antonio Callejas, y de 33 para el coronel Francisco Gordillo.
En cambio, Edilberto Letona fue absuelto en esta causa que comenzó el 1 de marzo para revivir uno de los casos más paradigmáticos de la oscura historia.
Los militares acusados intentarán argumentar que en Guatemala no hubo guerra interna, un razonamiento "insostenible", pues se involucró a la población civil para luego "atacarla sin misericordia, como lo hicieron".
El 2 de marzo pasado, el Ministerio Público presentó testigos que acreditaron las tácticas de intimidación y opresión del Ejército para controlar a "subversivos".
El 6 de octubre de 1981 cuando Marco Antonio, en ese entonces de 14 años, estaba en su casa con su madre, dos hombres armados entraron a la fuerza y se lo llevaron atado con grilletes y en una bolsa en la parte trasera de un vehículo con placas oficiales.
Una semana antes, su hermana, Emma Guadalupue -militante de la Juventud Patriótica del Trabajo- fue detenida y retenida durante nueve días en la base militar de Quetzaltenango, donde fue golpeada, interrogada y torturada, además de sufrir múltiples violaciones sexuales.
Ella logró escapar, pero unos días después, por su huida y debido a que no la encontraron en casa, se llevaron a Marco Antonio, un caso que ve por fin la luz más de 20 años después de la firma de la paz, en 1996.
Sin embargo, aún hay miles de familias que siguen buscando la verdad tras la muertes, desapariciones y violencia del conflicto armado guatemalteco que tuvo lugar entre 1960 y 1996 y desangró al país.
El testimonio de la propia Emma fue clave en este juicio. "No me mataron, pero sí destruyeron profundamente mi vida durante muchísimos años en los que estuve llena de terror, de dolor", relató frente al Tribunal de Mayor Riesgo C, según replicó el diario local El Periódico.
"Profanaron mi cuerpo, violentaron toda mi humanidad y eso me va a acompañar toda la vida. Vengo a pedirle al Tribunal que su sentencia sea proporcional al daño provocado", dijo.
La mujer también reveló que intentó suicidarse porque había considerado como un "error" haberse fugado porque significó el secuestro y desaparición de su hermano.
El período de extrema violencia militar entre 1978 y 1983 en Guatemala fue denominado el quinquenio negro del conflicto civil que martirizó el país centroamericano entre 1962 y 1996.
Como saldo de ese oscuro período, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico -nombrada por las Naciones Unidas- estimó que hubo 200.000 muertos, 45.000 desaparecidos, y cerca de 100.000 desplazados.
La consultora del analista Jorge Giacobbe consulto a 2500 personas durante el 24 y 28 de julio.
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